TRATAMIENTOS
Porque vivimos en sociedad y nos relacionamos con los demás, en la vida de toda persona el bienestar afectivo, sexual y relacional resulta una pieza clave en la percepción de bienestar general.
Como psicóloga y sexóloga abordo todas aquellas dificultades, dudas, problemas y disfunciones que surgen en este ámbito:
- Trastornos emocionales como depresión, ansiedad, trastornos obsesivos, fobias sexuales.
- Problemas de pareja y relacionales.
- Dificultades de comunicación.
- Problemas de deseo o dificultades en el ajuste del deseo de los miembros de la pareja.
- Disfunción eréctil o dificultades para alcanzar o mantener la erección.
- Vaginismos (imposibilidad de realizar el coito en la mujer)
- Eyaculación precoz o dificultades para controlar la eyaculación masculina.
- Anorgasmias primarias o secundarias. Dificultades para llegar al orgasmo o disfrutar.
- Dolor en el coito.
- Problemas en la fase de excitación y vagabundeo del pensamiento durante la relación sexual.
- Dificultades relacionadas con abusos sexuales.
- Problemas con la autoestima y/o la imagen corporal.
- Falta de habilidades sociales y relacionales.
- Miedos, mitos, tabúes, inadaptaciones,…
- Problemas con la orientación del deseo (homosexualidad, bisexualidad…).
- Dependencia emocional, adicción a las relaciones.
…Y todos aquellos problemas, dudas, insatisfacciones que tengan que ver con la esfera afectiva, sexual y relacional.
MÉTODO DE TRABAJO
El método de trabajo se fundamenta en la psicología cognitivo-conductual y en la sexología, que dispone de contrastadas evidencias científicas.
Partiendo de esos conocimientos, ofrezco: terapia, información y orientación individual y en pareja. Por supuesto, el anonimato, la confidencialidad y la atención personalizada están garantizadas.
Las sesiones duran una hora, suelen desarrollarse una vez a la semana, o cada 15 días. En mi método de trabajo yo suelo comentar que funciono como una “maestra” porque encargo “tareas para casa”. Esta serie de ejercicios se realizarán, en solitario o en pareja, dependiendo de la idoneidad y cada situación.
Con ello, lo que trato de conseguir, es que la persona sienta todo el tiempo, y no sólo la hora que dura la sesión, que está en terapia activa, aprovechando la oportunidad (que a sí misma se está dando, desde el momento de tomar la decisión de acudir a una psicóloga-sexóloga), para la reflexión y el cambio (a nivel psicológico).
Hay tres objetivos muy claros a tener en cuenta desde la primera visita:
- Obtener un diagnóstico preciso es el primer objetivo de la primera consulta.
- En segundo lugar, explicar y que se entiendan con claridad las causas y el proceso que han llevado a la situación actual. Es fundamental, ya que el conocimiento de cómo se ha instaurado esta problemática y qué la mantiene, será la base sobre la que se apoyará el tratamiento.
- Por último, elaborar un plan de acciones terapéuticas para la próxima o próximas sesiones con unos objetivos programados.
Cada persona es única y singular, por tanto el tratamiento y la terapia estarán acordes y específicamente ajustadas a la problemática de cada persona o pareja.